Disfrutar de deportes al aire libre siempre depende de la climatología y, en ese aspecto, en nuestro país somos unos privilegiados. Por ejemplo, puedes disfrutar con tu kayak haciendo multitud de rutas. Hoy te vamos a proponer un plan de fin de semana diferente gracias a estas variadas rutas por Cataluña, aptas para todos los públicos.
De primavera a otoño existen infinitas posibilidades de disfrutar de un deporte al aire libre. La que a nosotros más nos gusta es el kayak. Se trata de una actividad que combina trabajo físico con ocio, ideal para tonificar el tronco superior y, además, puedes llegar a lugares que de otro modo sería imposible visitar. Llegarás a rincones naturales únicos de los que disfrutar en plenitud.
La gran cantidad de masas de agua navegables han hecho que en Cataluña proliferen rutas de kayak aptas para todos los kayakistas. Ya sean en agua dulce o salada, estos recorridos se desarrollan en entornos espectaculares que te dejarán sin palabras.
Bahía de los Alfacs
En Cataluña está situada la punta de la Banya, cuya traducción significa ‘cuerno’. Es una península de lo mas singular que está unida al Delta del Ebro por una estrecha lengua de arena de 4 km. Ejerce de barrera y constituye así el puerto natural más grande de Europa.
En esta parte de Tarragona, navegar en kayak permite alcanzar escondites salvajes de la bahía donde puedes observar flamencos y, si se dejan ver, avistar alguna tortuga. Aguas tranquilas por las que darles a tus remos durante horas hasta la magnífica puesta de sol.
Por si esto fuera poco, en la bahía hay bateas donde se crían mejillones y ostras, a las cuales también te puedes acercar con tu kayak de mar. Según la época, es posible coincidir con algún pescador que tal vez te pueda ayudar a conocer más sobre la cría de estos moluscos y su historia en la zona ;).
Y sabiendo esto, que mejor para después del ejercicio que pasarte por el ‘Musclarium’, una plataforma de madera construida encima de una de estas mejilloneras, en la que solo atracan pequeños transportes marítimos. Allí se pueden degustar los productos ya que se trata de un bar-restaurante especializado en gastronomía autóctona.
Pantà de Sau
¿Habías pensado alguna vez en tocar con tus manos el campanario de una iglesia sin tener que subir a él? Pues en el Pantà de Sau podrás hacerlo a bordo de tu kayak. El pantano fue inaugurado en 1962, cubrió los restos del pueblo de Sant Romà, incluyendo su iglesia románica del siglo XII, que es visible cuando baja el nivel del agua.
Puede ser un buen sitio para visitar en un kayak a pedales y así distraerte de remar en algunos momentos mientras contemplas las ruinas.
La belleza del paraje habla por sí sola y deja en silencio al deportista, para que admire y trate de distinguir los tres colores de la montaña: verde, rojo y blanco, generados de forma natural a lo largo de los siglos. También podrás saltar de tu kayak y bañarte en el pantano o, una vez acabe tu travesía, subir a un mirador y contemplar todo desde arriba.
Congosto de Mont Rebei
Por último, te acercamos a un lugar que te apasionará. En la frontera entre Cataluña y Aragón está el Congosto de Mont-Rebei, un precioso e imponente desfiladero que discurre durante 2 kilómetros entre paredes de más de 500 metros.
Nosotros recomendamos la opción completa: trekking y kayak. Es posible realizar la ida por un sendero señalizado con pasarelas colgantes de madera, puentes y un camino horadado en la roca no apto para excursionistas con vértigo. Luego, podrás volver al punto de partida con tu kayak atravesando el congosto surcando sus aguas turquesa. Por supuesto, también lo puedes hacer al revés, en kayak a la ida y andando a la vuelta.
Esperamos que te hayan gustado estas experiencias y te animes a disfrutarlas.